27 noviembre 2005

"El indulto de la ramera"

Si pudiera, a tus pies,
mi eterna compañera,
bajo la complicidad de esta noche robaría
de tus alhajas,
la más brillante de entre todas,
que no es sino aquella que arrancaste
de mi templo, día a día,
en silencio y a escondidas.

Si pudiera, a tus pies,
mi eterna ramera,
doblegaría mi soberbia
y mi orgullo ahogaría
por pedir, rodilla en tierra,
cambiar canas por años,
sin que el sello de tu nombre,
quede en mi piel impreso;
en el mutatio caparum de éste, tu iluso hombre
bajo el indulto de tu paso.


El arquero

1 Comentarios:

Anonymous Anónimo said...

Seguro que sabes quien soy, Enhorabuena, me parece estupenda, eres tú.

12 diciembre, 2005  

Publicar un comentario

<< Home